El punto ciego está siempre presente, y más para quien no puede ver. Imágenes que permanecen en la memoria, únicas visiones para los ciegos, sin siluetas. Por ese motivo, un hombre ciego se pone un casco en la cabeza para dar forma alargada a lo que no ve, pero no olvida. Ese sería la sinopsis de otro de los trabajos de la escuela francesa Supinfocom, ‘Camera Obscura’.Dirigida por Matthieu Buchalski, Jean-Michel Drechsler y Thierry Onillon, tres de sus estudiantes, es una obra de mucha fuerza visual, un cortometraje que mezcla personas con animación, y que al principio cuesta comprender de que trata, pero que técnicamente es una maravilla.
Trabajo diferente a lo que solemos ver de la escuela francesa. Y ahí es donde destaca, con un final especial, muy simbólico, donde los recuerdos del protagonista priman sobre las imágenes de la cámara. De un casco que no quiere quitarse, una vez encuentra lo que sí quiere ver.
Camera Obscura
Fuente: Blog de cine
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