Fue de esas sorpresas que pasaron de puntillas por la ceremonia, pese a que le hicieron un hueco adecuado en la misma. Pero, claro, a quién le interesa el mundo del cortometraje, y dentro de éste, el de la animación. El favorito era Pixar con ‘Presto‘, y el ganador final, fue el cineasta y animador japonés Kunio Kato con The House of Small Cubes (La Maison en Petits Cubes), a todas luces la obra más arriesgada, y sin lugar a dudas la mejor de las cinco candidatas.
The House of Small Cubes es una bellísima animación en 2D, realizada integramente a mano y sin necesidad de hacer uso de las palabras, sólo con el poder de la imagen y de la música.
Un anciano octogenario se aferra a sus raíces. Solitario, entre cuatro muros levantados por él mismo y cimentados sobre sus moradas anteriores, aguarda el destino: el mandato natural de reunirse con sus antepasados en otra vida. Lo rodean, además de un océano 100 metros sobre el nivel actual, sus memorias inmortalizadas en instantes fotográficos, todos ellos colocados en la pared: abuelos, padres, hijos, nietos; generaciones que saturan sus pensamientos todo el tiempo. Un descuido lo arrastra a sumergirse en las profundidades, geográficas y sentimentales, de lo que supone un largo trecho: el tiempo permanecido en este mundo y las personas que lo han acompañado en su recorrido.
The House of Small Cubes
Fuente: Blogde cine
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario